De Dupin a la Crónica Roja

Para entender este particular género periodístico, tenemos que abordar aquello que es esencial. Esa espesura literaria, aquella oscuridad en la palabra, la redención misma de la pluma ante lo horrible; aquel confin inexpugnable de la naturaleza humana que desata la bestialidad del crimen.
Edgar Allan Poe (1809 a 1849), conocía a su público bastante bien, los lectores ávidos de historias desgarradoras devoraban sus cuentos publicados en los diarios de la época.

Es gracias a la creación del detective Agustine Dupin , protagonista de sus más celebres cuentos policiacos, que este género se consolide como tal, estableciendo las bases que luego tomaría el propio Periodismo para relatar los sucesos de índole policial.
Las fronteras que trasparon historias como “Los crímenes de la calle Morgue”y “Corazón Delator” de Poe; “Crimen y Castigo” de Fiodor Dostoievski y “Sherlock Holmes” de Conan Arthur Doyle, sólo por nombrar algunas populares, conllevó a la admiración de una prensa que descubría un nuevo estilo para sus relatos más escabrosos.
La constante búsqueda, de un periodismo que acrecentara en el público las ansias de un sensacionalismo, había encontrado un nuevo estilo literario capaz de nutrir a los lectores con historias reales, pero llenas de dramatismo. Las noticias estaban cargadas de una densidad literaria donde el periodista narraba la brutalidad de las escenas y se inmiscuía en un disfraz de detective sagaz.
Sin ir más lejos, cabe destacar la apreciación del cine francés que en la película “Vidocq”, basada en la figura de Eugene Vidocq (Gerard Deperdieu), que muestra como el Periodismo y la Crónica Roja se entrelazan una vez más para cautivar al espectador (o lector) con los recursos propios de la nueva e imponente técnica literaria.